
(Por Cristian Paladino) – En esas tardes donde el fútbol juvenil se vuelve espejo del futuro, a veces alcanza con una actuación sobresaliente para encender la ilusión. En Ciudad Deportiva, San Lorenzo dio un paso firme en el torneo de AFA y encontró en Brandon Verón, su número 9, la chispa necesaria para reencaminar a la Séptima División.
Dos goles y una actuación determinante del delantero le dieron forma al 2-1 sobre Banfield, en una jornada donde el equipo no sólo ganó, sino que también recuperó confianza.
Verón fue la figura excluyente por su capacidad para romper líneas, su potencia en los duelos individuales y su frialdad frente al arco. Sin estridencias, con movimientos precisos y una lectura clara del juego, se convirtió en la gran solución ofensiva para un equipo que venía de una caída dolorosa.
“El triunfo ante Banfield es mérito de todo el equipo. Hicimos un gran partido, pero aparte es para resaltar la actitud: se metió siempre y el esfuerzo se vio a lo largo de los noventa minutos”, expresó con madurez en diálogo con Semillero Azulgrana, dejando en claro que lo colectivo está por encima de cualquier brillo personal.
Llegado a Boedo en el inicio de 2024, tras su paso por Arsenal de Sarandí, Verón comienza a dar respuestas dentro de un plantel que aún busca consolidarse. Su presencia en el área rival ofrece una variante concreta: agresividad para atacar el espacio, inteligencia para jugar sin pelota y recursos técnicos para sostener la posesión de espaldas al arco.
“Soy un delantero con inteligencia para moverme sin pelota, con óptimo juego aéreo, veloz y hábil para jugar de espaldas al arco”, se define, con seguridad, como quien tiene claras sus herramientas y trabaja para perfeccionarlas.
En apenas cuatro fechas, el torneo ya empieza a marcar tendencias. San Lorenzo, de rendimiento irregular en el arranque, aspira a dar pelea en todos los frentes. Y en ese desafío, necesita futbolistas comprometidos, con ambición y hambre de superación.
“Lo veo muy bien al equipo en relación a lo que fue la temporada 2024. Logramos mejorar en lo futbolístico pero también en lo mental. Empezamos a ver las cosas de otra manera, y esto nos va a llevar a conseguir muchas cosas importantes”, explicó el atacante nacido el 18 de enero de 2009 en Buenos Aires, con una claridad conceptual que refleja su evolución tanto dentro como fuera del campo.
Brandon Verón no llegó para hacer ruido, sino para responder con hechos. Su nombre empieza a sonar con fuerza en las divisiones formativas y su presente ya se alinea con ese futuro que San Lorenzo desea construir. Porque a veces, el gol no sólo se grita: también se proyecta.